No obstante, existen dos tipos de escritores en los que puedes convertirte (o a los que puedes contratar): un redactor de contenidos o un redactor publicitario (copywriter).
¿Cuáles son las diferencias entre estos dos oficios? ¿Cuál deberías aprender a hacer o contratar para tu negocio? Veámoslo.
Escribir contenidos es, bueno… Escribir contenidos. Normalmente, para informar o entretener al lector.
Algunos ejemplos de redacción de contenidos son:
- Artículos de blog
- Publicaciones en redes sociales
- Newsletters
El copywriting o la redacción publicitaria consiste en ajustar el contenido escrito para persuadir al lector de que realice una acción, como comprar algo o suscribirse a una newsletter.
Ejemplos de copywriting:
- Anuncios PPC
- Texto de una landing page
- Descripciones de productos
El objetivo de la redacción de contenidos es informar o entretener, mientras que el del copywriting es vender. Por lo general, conviene ser experto en ambos, independientemente del objetivo que se persiga.
Dicho esto, hay puntos en los que los copywriters y los redactores de contenidos difieren:
Longitud del contenido
Los redactores de contenidos tradicionales suelen escribir contenidos más largos, de 1000 palabras o más. Normalmente, se los contrata para escribir artículos largos para blogs, ebooks o newsletters.
Los copywriters tradicionales escriben contenidos breves y atractivos de solo unos cientos de palabras. Suelen contratarse para escribir publirreportajes breves o descripciones de productos.
Dicho esto, los redactores de contenidos pueden escribir contenidos breves, como publicaciones en redes sociales, y los redactores publicitarios pueden escribir contenidos largos, como páginas de destino. Son generalidades y no es una regla estricta.
Propósito
Los redactores de contenidos tradicionales suelen contratarse para crear contenidos de blog con el objetivo de posicionarse en los primeros puestos de Google. Suelen ser expertos en SEO on page y redes sociales orgánicas.
Los copywriters tradicionales suelen contratarse para escribir anuncios, páginas de productos y páginas de destino. Saben cómo utilizar palabras potentes para conseguir que el lector tome acción.
En cualquier caso, de nuevo, todo esto son generalidades. Existe la redacción SEO, en la que se combinan estas dos disciplinas para posicionarse bien en Google y conseguir que la gente compre tus productos o servicios.
Un buen contenido y un buen texto hacen tres cosas al mismo tiempo:
- Atraer al lector para que siga leyendo
- Resolver una necesidad del lector
- Dar a Google algo que merezca la pena mostrar en los resultados de búsqueda
Hablemos de ellas:
Un buen contenido seduce
Interesante, cautivador, seductor: si estas palabras no describen lo que escribe, es que tu redacción necesita una revisión.
¿Cómo hacer que el contenido sea más atractivo? Con lo siguiente:
- Conociendo a tu público.
- Siendo conciso en la redacción.
- Escribiendo en tono de conversación.
- Editando, editando y editando un poco más.
- Dominando las transiciones y la redacción emocional.
Escribí una guía entera para mejorar la escritura. Te recomiendo que la leas.
Un buen contenido satisface una necesidad
He mencionado que hay que conocer a la audiencia para escribir bien. Parte de ello significa conocer los problemas que tienen y cómo tu producto o servicio los resuelve.
Pero no me refiero a problemas superficiales: la gente no suele comprar una camiseta para abrigarse. Compran una camiseta para apoyar a su grupo favorito, mostrar sus intereses, encontrar personas afines o sentirse más atractivos y seguros de sí mismos.
Hay que descubrir el problema subyacente que tiene el mercado objetivo y mostrar lo que se puede ofrecer.
Por ejemplo, la marca de ropa Ecoalf no te dice que su ropa es cómoda o bonita; te vende un movimiento. Te vende la posibilidad de tener un token que demuestra que eres el tipo de persona que se preocupa por la sostenibilidad.
Un buen contenido está optimizado para los motores de búsqueda
Aunque he dicho que la optimización para motores de búsqueda (SEO, por sus siglas en inglés Search Engine Optimization) suelen utilizarla más los redactores de contenidos que los copywriters, ambos pueden beneficiarse de su aprendizaje y, además, cobrar más.
La optimización para motores de búsqueda es el proceso de crear contenido optimizado para posicionarse en Google con una palabra clave determinada. La redacción SEO tiene ciertas complejidades, pero todo se reduce a lo siguiente:
- Realizar una investigación de palabras clave para determinar la mejor palabra clave objetivo para una página.
- Conocer la intención de búsqueda de esa palabra clave, es decir, ¿qué busca realmente el buscador?
- Comprender y aplicar el SEO on page.
Por ejemplo, esta página tiene como objetivo la palabra clave “copywriting vs. content writing”.
Encontramos esta palabra clave a través de la investigación de palabras clave. La elegimos porque recibe un tráfico razonable y tiene una puntuación de dificultad de palabras clave (KD) relativamente baja, según nuestra herramienta Keywords Explorer.
A continuación, examinamos la intención de búsqueda de esta palabra clave analizando las páginas competidoras en los resultados de búsqueda. Me di cuenta de que la mayoría de los buscadores buscaban información sobre las diferencias entre ambas palabras clave para elegir una carrera profesional o tomar una decisión de contratación.
Por último, para ayudar con el SEO on page, he echado un vistazo al cuadro “Otras preguntas de los usuarios” en Google. He incluido respuestas a algunas de estas preguntas comunes dentro de este artículo:
Por supuesto, hay más cosas sobre SEO que solo lo que he compartido aquí. Lee nuestra guía para principiantes sobre SEO para obtener más información.
Según Indeed, el salario medio de un redactor de contenidos en Estados Unidos es de 56 076 dólares al año. Compáralo con el salario medio de un copywriter: 58 560 dólares al año.
El copywriting suele ser más rentable que la redacción de contenidos porque es fácil ver el impacto inmediato de un buen texto en los resultados de una empresa.
Supongamos que contratas a una persona para que escriba textos. El texto que escribió aumenta inmediatamente tu tasa de conversión en un 2 % y pone mil euros extra en tu cuenta bancaria.
Le pagarías más, ¿verdad?
Compara eso con contratar a un redactor de contenidos que te escribe un artículo para un blog, del que no estás seguro de si el artículo generará dinero. Está claro por qué los copywriters ganan más dinero que los redactores de contenidos.
Dicho esto, nunca me he anunciado como copywriter. También gano mucho más que un copywriter típico por escribir contenido. Esto se debe a que también entiendo de SEO y marketing, y los artículos que escribo para mis clientes suelen aparecer entre los primeros resultados de búsqueda de Google.
Además, entiendo tanto de copywriting como de redacción de contenidos, lo que me permite cobrar más.
Ten en cuenta que la primera vez que trabajé como redactor autónomo cobré tan solo 5 dólares por un artículo de casi 3000 palabras, así que hay que ser consciente de que se necesita tiempo para adquirir las habilidades necesarias (tanto de redacción como de marketing) para cobrar más.
Si te estás preguntando a quién deberías contratar (a un copywriter o a un redactor de contenidos), la respuesta no es tan clara.
Si quieres que alguien escriba descripciones de productos, textos para landing pages o para anuncios PPC, contrata a un copywriter. Si quieres que alguien escriba artículos de blog, newsletters o ebooks, contrata a un redactor de contenidos.
Pero, sinceramente, las palabras “copywriter” y “redactor de contenidos” son dos títulos de un mismo trabajo: poner palabras en una pantalla que informen, entretengan y, en última instancia, consigan que la gente encuentre tu marca y quiera comprarla.
Mi sugerencia es que busques un redactor con conocimientos de SEO. Será la contratación más cara, pero también (con suerte) la más útil para tu negocio.
Echa un vistazo a mi guía para la contratación de un equipo de SEO para obtener más información.
Reflexiones finales
El copywriting y la redacción de contenidos tienen sus diferencias teóricas. Pero, en el fondo, son solo títulos.
La verdadera diferencia es si la persona que dice tener un título es realmente un escritor cualificado en el sector en el que se anuncia. Si lo es, su título no importa y será un activo para tu negocio.
Si tienes alguna duda o comentario, puedes escribirnos en X.