Pero, ¿puedes pasarte? ¿Puedes sobreoptimizar?
Google dice “sí” de dos maneras.
La sobreoptimización perjudicial es, como dice Gary Ilyes de Google, “literalmente, optimizar tanto que, al final, empieza a perjudicar”. Es posible poner tanto empeño en intentar posicionar que tus páginas entren en territorio spam y Google podría llegar a reducir el posicionamiento de tu contenido o, incluso, dejar de posicionarlo del todo.
Actualmente, Google suele ser muy bueno a la hora de identificar (e ignorar) muchos tipos de sobreoptimización. No obstante, hay un par de tácticas que todavía conllevan el riesgo de incurrir en penalizaciones manuales.
1. Relleno de palabras clave (keyword stuffing)
El relleno de palabras clave o, en inglés, keyword stuffing, es el proceso de llenar una página de palabras clave en un intento de posicionarse mejor para esas palabras clave.
Reconocerás el relleno de palabras clave en cuanto lo veas: las palabras clave y sus sinónimos se repiten, una y otra vez, en frases y párrafos que, en realidad, carecen de sentido.
Encontrar la mejor cámara sin espejo puede ser una tarea complicada. Sin embargo, con nuestra completa guía de las mejores cámaras sin espejo, simplificamos el proceso clasificando los mejores modelos de cámaras sin espejo y las marcas de cámaras sin espejo más fiables.
Es una buena práctica incluir palabras clave en lugares relevantes, como los títulos o las meta descripciones: estás indicando, tanto a robots como a personas, que tu página se centra en un tema concreto.
En cualquier caso, si bien la selección de palabras clave ayuda a que las páginas aparezcan en los resultados de búsqueda para consultas relevantes, el relleno de palabras clave puede tener el efecto contrario, convirtiendo el contenido útil en spam.
Para Google, que haya más palabras clave no es necesariamente mejor. Además, algunas páginas se posicionan por palabras clave que ni siquiera mencionan. Nuestro post sobre etiquetas canonical (canónicas) tiene la posición 3 para la palabra clave “canonical html” en España:
A pesar de que “canonical html” no se menciona en ninguna parte del texto:
No necesitas saturar de palabras clave todo el artículo. Escribe sobre tu tema con detalles útiles, crea títulos y encabezados claros y relevantes, y mencionarás muchas palabras clave sin que quede forzado.
2. Tener muchos enlaces con coincidencia exacta en el texto ancla (anchor text)
El texto ancla (anchor text) se refiere a las palabras sobre las que se puede hacer clic en un enlace a una página web. Por ejemplo, este enlace tiene el texto ancla “con sus propias manos”:
Cuando este texto ancla coincide con la palabra clave objetivo de la página a la que enlaza, se denomina texto ancla “de coincidencia exacta”.
Esto puede ser útil: Google examina el texto ancla de tus enlaces externos para entender de qué trata la página (y en qué debería posicionarse). Sin embargo, si hay muchos enlaces cuyo texto ancla coincide exactamente, puede ser una señal para Google de que estás comprando enlaces o influyendo sobre los mismos de alguna manera, y esto va abiertamente en contra de las políticas de spam de Google.
Los perfiles de backlinks o enlaces naturales contienen una mezcla de distintos tipos de texto ancla: algunas palabras clave de coincidencia exacta (pero, normalmente, muchas más de coincidencia parcial), referencias a marcas, URL desnudas (copiadas y pegadas, sin texto), enlaces a imágenes y palabras aleatorias.
Aquí tienes un ejemplo de perfil natural de backlinks:
Puedes encontrarte textos ancla en otros idiomas, imágenes, textos vacíos… Suele haber un poco de todo.
Conseguir enlaces mediante link building es una parte esencial del SEO, pero no es útil obsesionarse con el texto ancla de cada URL. Centra tu energía en conseguir enlaces y deja el anchor text a la persona que pone ese enlace.
Otros tipos de optimización adolecen de otro problema: los rendimientos decrecientes.
Pasado cierto punto, tu esfuerzo continuo tiene un impacto cada vez menor en la visibilidad en las búsquedas. Como dice John Mueller de Google, “centrarse en todos los pequeños detalles que marcan pequeñas diferencias”.
He aquí algunos ejemplos.
1. Aspirar a la perfección en Core Web Vitals
Las Core Web Vitals (o Métricas Web Principales, en español) son métricas utilizadas para medir la velocidad y la experiencia de usuario de una página web, y forman parte de los cálculos de Google para posicionar los resultados.
Las Core Web Vitals miden el rendimiento de tu página en tres pruebas diferentes. El rendimiento de la página se puntúa como Pobres / Malas, Necesitan una mejora o Rápidas / Buenas. Para las páginas que tienen datos disponibles, puedes ver estas puntuaciones en el informe Rendimiento de la Auditoría del sitio:
Pasar de una categoría a otra es bueno para tus usuarios (las páginas se cargan más rápido y de forma más consistente) e, incluso, puede ofrecer una pequeña mejora en tu posicionamiento.
No obstante, aunque cada mejora de tus Core Web Vitals sirve para hacer que tu sitio web sea un poco mejor (más rápido, más consistente…), la dificultad y el esfuerzo necesarios para seguir introduciendo mejoras serán cada vez mayores. Llegados a cierto punto, puede que no haya ningún beneficio adicional en lo que respecta al rendimiento en búsquedas.
Aquí es donde entra en juego la sobreoptimización: puede ser que el tiempo y el esfuerzo necesarios para reducir tu LCP (una de las métricas de Core Web Vitals), de 2,5 segundos a 2 segundos, estuvieran mejor empleados en otras mejoras con mayor beneficio potencial para tu visibilidad general en búsquedas.
2. Arreglar todas y cada una de las cadenas de redireccionamiento
Una redirección se produce cuando un visitante de una página web es enviado a una página diferente. Una redirección en cadena se produce cuando se producen varias redirecciones seguidas.
Por ejemplo: una persona que llega a un post del blog que se ha eliminado, podría ser redirigida a una entrada más reciente; si esa entrada también se elimina, podría ser redirigida a la página principal.
Estas cadenas de redirección pueden crecer y descontrolarse con bastante facilidad, por lo que es tentador gastar energía en acortarlas. En cualquier caso, probablemente no sea necesario.
Técnicamente, Google puede seguir hasta 10 redirecciones antes de generar un error, por lo que la mayoría de tus cadenas de redirecciones probablemente no supongan un problema tal como están. Si quieres ir sobre seguro, sigue el consejo de John Mueller: arregla las cadenas de redireccionamiento con cinco o más “saltos”.
Puedes detectarlas con Site Audit. Dirígete al informe All issues (todos los problemas) después de hacer el crawling (rastreo) de tu web y verás una serie de posibles problemas de redireccionamiento, como Redirect chain too long (cadena de redirección demasiado larga).
3. Optimizar cada meta descripción y etiqueta de título
Las meta descripciones y las etiquetas de título ayudan a que los artículos destaquen en los resultados de búsqueda y animan a quienes buscan a hacer clic en tu artículo.
Con clics y visitas en juego, puede ser tentador escribir o reescribir todas las meta descripciones y etiquetas de título que te encuentres, pero eso supondría un gran esfuerzo de dudoso resultado. Incluso en sitios web saludables, muchas páginas reciben poco o ningún tráfico de Google, por lo que cambiarías contenido que nadie vería.
Si quieres optimizar las meta descripciones y las etiquetas de título, tienes que priorizar. Site Audit es muy útil en este caso: abre el informe Page Explorer (explorador de páginas) y configura los filtros para que muestren las páginas indexables que reciben tráfico orgánico:
A continuación, ordena los resultados de mayor a menor según el tráfico orgánico estimado (incluso puedes utilizar el menú Columns (columnas) para añadir columnas que muestren la meta descripción actual de cada página y su longitud).
Verás una lista de tus páginas con más tráfico junto a sus meta descripciones actuales, lo que te facilitará la detección de oportunidades de mejora.
Reflexiones finales
Si te preocupa la sobreoptimización, probablemente tu intuición sea una buena guía. Si sientes que estás haciendo algo que a Google (o a tus usuarios) no le va a gustar o te estás fijando en pequeñas mejoras en áreas que ya funcionan bien, entonces: sí, probablemente estés sobreoptimizando.